Investigadores tucumanos observaron en ensayos preclínicos que la melatonina contribuye a mejorar la movilidad y la efectividad de los espermatozoides.
Por Daniela Orlandi
La melatonina es una hormona que se activa con la oscuridad. Nuestro cuerpo la segrega durante la noche y se ralentiza durante el día. Ese ciclo entra en conflicto con el ritmo de vida moderno, que quita horas de sueño y nos priva de la falta de luz, debido a las pantallas iluminadas del televisor, de los celulares y de las tablets. La ciencia descubrió que esta hormona afecta el sueño, el envejecimiento y el sistema inmunológico. En esta ocasión investigadores tucumanos probaron sus efectos en la fertilidad por medio de ensayos pre clínicos.
Científicos del Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO) de doble dependencia entre la Universidad Nacional de Tucumán y el Conicet trabajan en embriología experimental, con óvulos, con espermatozoides y con embriones de roedores -más precisamente de chinchillas-. El equipo, encabezado por el doctor en ciencias biológicas Federico Bonilla, observó que cuando incubaban los espermatozoides en presencia de melatonina, mejoraba el movimiento y la reacción acrosómica, que es una etapa fundamental para que el espermatozoide pueda interactuar con el óvulo y tenga posibilidades de forman embriones.
La investigación apunta en un futuro a potenciar el éxito de las fecundaciones in vitro, tanto en humanos como en animales. No se centra en el tratamiento de pacientes o animales con melatonina, ya que resulta difícil controlar la presencia adecuada de esta hormona en el sistema reproductivo. Bonilla comentó que, en los ensayos observaron que una dosis mínima de melatonina en los medios de incubación puede mejorar la performance de los espermatozoides. La abundancia de esta hormona, sin embargo, produce un efecto contrario. La proporción de melatonina que resultó efectiva tuvo una concentración de dos microlitros por medio de cultivo (un microlitro es la millonésima parte de un litro).
Con la aprobación del comité de ética de la Maternidad de Tucumán y de la Facultad de Medicina de la UNT, y con el consentimiento expreso de pacientes que consultaban por problemas de infertilidad, los investigadores realizaron estudios con espermatozoides de seres humanos. En estos ensayos observaron que la melatonina efectivizaba la acción de los espermatozoides, similar a lo que ocurría en las pruebas con roedores.
*Imágenes del movimiento de los espermatozoides por medio del microscopio
El investigador indicó que un avance importante pasaría por diseñar medios de cultivo sintéticos que imiten las condiciones de las trompas de Falopio, donde se produce la fertilización y el desarrollo embrionario inicial. De ese modo buscarían probar la reacción de los espermatozoides humanos en condiciones similares al sistema reproductor femenino, que posee naturalmente abundante cantidad de melatonina.
El equipo está codirigido por la investigadora del Conicet y doctora en Bioquímica Cecilia Haro y cuenta con la colaboración del doctor en Biología de la Universidad Nació de Jujuy Hugo Borsetti. Completan el grupo la investigadora María Cecilia Gramajo Buhler, la tesista Natalia Álvarez Asencio y la estudiante Carla Romano.
Álvarez Asencio indicó que la melatonina interviene sobre la proliferación celular y también como antioxidante, lo que minimiza los efectos de las especies reactivas del oxígeno. Esas especies pueden dañar el ADN de los espermatozoides y también la membrana plasmática. “Los ensayos demostraban que la melatonina además de mejorar la movilidad espermática, incrementa la actividad mitocondrial y reduce los niveles de óxido nítrico”, explicó la tesista. Y agregó que la regulación de estos compuestos resulta importante porque los desbalances pueden reducir la función espermática y el consecuente éxito reproductivo.
El investigador Federico Bonilla utilizando el microscopio
Los resultados del grupo de investigación fueron presentados en la revista de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva, en las 35° Jornadas Científicas de la Asociación de Biología de Tucumán y en la última reunión anual del Grupo Argentino de Fotobiólogos Moleculares.
La especialista en medicina reproductiva, docente de posgrado de la Facultad de Medicina de la UNT y ministra de Salud de Tucumán, Rossana Chahla, consideró interesante la investigación encabezada por Bonilla. “Abre el camino hacia futuras líneas para poder ayudar a las parejas con un factor masculino de infertilidad”. Sin embargo, mesuró: “habría que esperar el desarrollo de futuros ensayos clínicos, para ver si se replican los resultados”. La doctora en medicina y especialista en endocrinología Cristina Bazán de Casella consideró que la investigación permite determinar la acción de la melatonina sobre la movilidad espermática, que es un factor esencial para lograr la fertilidad.
Causas de infertilidad según el género
Una de cada seis parejas presenta algún tipo de trastorno reproductivo. Las asociaciones científicas -como la Sociedad Española de Esterilidad y el Centro de Nacional de Biotecnología de los Estados Unidos- consideran que las causas de infertilidad están distribuidas de manera igualitaria entre hombres y mujeres -un 40% para cada género (el 20% restante se divide entre motivos mixtos y desconocidos). A pesar de esta equidad en las causas de infertilidad, están más desarrolladas las líneas de investigación que profundizan en los motivos femeninos.
Melatonina y estudios dispares
En los últimos años se realizaron diversos análisis acerca del efecto de la melatonina sobre la fertilidad y, particularmente, sobre los espermatozoides, que arrojaron resultados dispares. Mientras que investigaciones publicadas en la revista Scielo señalaban que la melatonina podría ser un inhibidor de la fertilidad masculina, otros estudios publicados en Pub Med reportaron que la hormona mejoraba la performance de los espermatozoides. No existe hasta el momento una posición concluyente sobre el tema.
*En la foto principal los investigadores Natalia Álvarez Asencio y Federico Bonilla