La Fundación Florencio Fiorini otorgó una mención especial a la endocrinóloga Cristina Bazán de Casella por un estudio sobre obesidad en niños
Por Daniela Orlandi
Una médica tucumana especializada en endocrinología recibió una mención nacional de la Fundación Florencio Fiorini y de la Universidad del Salvador. Se trata del premio anual Florencio Fiorini que tiene como objetivo estimular y favorecer la investigación científica en medicina humana. El trabajo estudia unas moléculas, las proinflamatorias, que aparecen en cantidad en las personas con obesidad y observa su posible relación con enfermedades cardiovasculares.
La autora del trabajo “estado proinflamatorio en niños obesos” es Cristina Bazán de Casella, quien investigó junto a Adela Abregú, María Luciardi, Teresita del Rosario Carrizo, Elba Díaz y Mariano Aleman. El estudio tuvo lugar en el Instituto de Bioquímica Aplicada de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia y en la cátedra Pediatría 1 de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán.
La obesidad es una enfermedad crónica, que afecta tanto a adultos como a niños y está asociada a resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Bazán de Casella señaló que las moléculas proinflamatorias se producen en los glóbulos de grasa en el cuerpo, sobre todo en la región abdominal y que se las puede medir en la sangre. Agregó que la presencia de esas moléculas indica que pude dañarse el endotelio, que es un tejido que tapiza todos los vasos sanguíneos, incluido el corazón. “Si esas moléculas permanecen altas, esto puede llevar a enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial y arterioesclerosis”, puntualizó.
El trabajo de Bazán de Casella consistió en comparar y analizar en una población de 37 niños obesos y 20 niños con peso normal, de 8 a 12 años, los niveles séricos de las moléculas proinflamatorias. En la investigación analizó la correlación de estas moléculas con las variables antropométricas y metabólicas. Como resultado, comprobó que los niños obesos presentaron valores mayores de moléculas proinflamatorias, que se correlacionaban con mayor índice de masa corporal y de circunferencia de cintura.
La profesional señaló que determinar precozmente estas moléculas puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular. “El trabajo contribuye a demostrar los problemas graves que trae la obesidad en la infancia. Evidencia lo necesario que se vuelve aplicar conductas alimentarias y físicas adecuadas a cada niño”, precisó.
*Fotografía del Ministerio de Salud Pública de Tucumán